Lionel Messi entre la vuelta imposible a Barcelona y la peluquería en la previa del amistoso de Argentina

En medio de una agenda cargada con la Selección Argentina, Lionel Messi volvió a generar revuelo con una serie de situaciones que recorren desde su presente en Miami hasta su vínculo eterno con Barcelona. En una entrevista informal, el capitán argentino dejó definiciones que abren la puerta a la nostalgia y muestran qué lugar ocupa hoy su deseo de seguir compitiendo.

Durante un cuestionario del portal 433, el rosarino respondió sin titubeos que preferiría ganar otro Mundial antes que sumar un nuevo Balón de Oro, galardón que ya obtuvo en ocho ocasiones y lo consagró como el más laureado de la historia. En el mismo ping pong, también se inclinó por el clima de Barcelona antes que el de Miami, por marcar un gol del triunfo antes que un hat-trick en una derrota, y por un gol olímpico antes que uno desde mitad de cancha.

Entre sus respuestas, Messi dejó ver además un posible rumbo para su futuro fuera del campo. Consultado sobre si preferiría ser entrenador o dueño de un club, eligió la segunda opción, algo que ya comenzó a concretar junto a Luis Suárez en el Deportivo LSM de Uruguay. Mientras tanto, se enfoca en el amistoso que la Selección Argentina disputará ante Angola en Luanda, el último encuentro del año para el conjunto de Lionel Scaloni.

El tema de su regreso a Barcelona volvió a aparecer, aunque desde España insisten en que no será como jugador. El presidente Joan Laporta descartó esa posibilidad “por respeto” al propio futbolista y al club, mientras que el periodista Alfredo Martínez aseguró que el contrato con Inter Miami continúa vigente y que, de volver, sería “más para las oficinas” en el área deportiva.

Aun así, el propio Messi admitió su deseo de volver a vivir en Cataluña junto a su familia: “Extrañamos mucho Barcelona. Mi esposa, los chicos y yo siempre hablamos de regresar”, contó en diálogo con SPORT, recordando que aún no pisó el Camp Nou desde su salida al PSG. En la previa de su viaje a África, el rosarino aprovechó para retocarse el corte de pelo en Alicante, un gesto mínimo pero simbólico para quien, pese a los cambios, sigue volviendo una y otra vez al punto de partida.