El Indio Solari habló de su salud y su deseo de volver a los escenarios

En su casa de Parque Leloir, Carlos “Indio” Solari habló de su presente lejos del escenario y expuso cómo convive con una enfermedad que le cambió rutinas y tiempos. La charla ocurrió al aire de Urbana Play y puso el foco en el día a día de un creador que decidió seguir activo desde el estudio. El relato mostró un costado doméstico que rara vez se escucha.

En el diálogo con Andy Kusnetzoff, fue directo sobre las limitaciones físicas: “Esta no es una buena mañana, pero me estoy acostumbrando porque es una enfermedad que te obliga a aprender a vivir de nuevo”. Y agregó un ejemplo concreto: “Cuando no tengo asistencia, tardo cuarenta minutos en ponerme un suéter”. También se refirió al ánimo con ironía: “Me va bien, mejor que mi relación con Dios, porque me está cagando a patadas en el culo”.

La entrevista se hizo en Luzbola, su base de trabajo, junto a la productora Sol Liggera, y se emitió solo en audio por pedido del artista mientras un ilustrador dibujaba en tiempo real. En ese contexto, remarcó el lugar central que tiene la creación: “Tengo computadora, 23 mil elementos en los discos rígidos, tengo canciones para la cuarta generación de Solaris del futuro, porque amo lo que hago”.

Al entrar en su método, explicó que parte del sonido y no de la palabra: “Lo último que hago son las letras, lo primero es la textura… lo digital es cero uno, cero uno; tenés que encargarte vos de que sea lindo lo que hacés”. Reconoció que escribe material nuevo y que el diagnóstico le impide subir a escena: “La felicidad sería hoy no tener esta enfermedad que no me permite subirme a un escenario. Para mí el escenario es el lugar más cómodo que he tenido en mi vida”.

Sobre el final dejó abierta una puerta a formatos alternativos y despejó expectativas sobre nostalgias: “Puede existir un streaming desde el estudio”. Y volvió sobre la historia del grupo que lo marcó, aunque sin promesas concretas: “Volver con Los Redondos sería una estafa”. La mención reactivó, de todos modos, la conversación pública alrededor de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.