Los 10 lugares más terroríficos del mundo que puedes visitar

Carreteras mortales, piscinas vertiginosas o montes misteriosos que solo son accesibles para los enamorados del riesgo y para aquellos que no teman el peligro.

Lugares 03/05/2022 Redacción ShowOnLine Redacción ShowOnLine

Hay algunos destinos en el mundo que es mejor pensárselo dos veces antes de visitarlos. Estos son los 10 lugares en los que hay que echarle valor y tener mucha precaución por el peligro extremo que representan.

 Monte Hua (China).

Esta montaña, situada en la zona de Shaanxi, en China, es uno de los lugares más peligrosos para visitar. Aunque no hay estadísticas, se cree que unas 100 personas mueren al año en este monte. El sendero para subir a la cima es realmente arriesgado por la curvatura complicada, pases muy estrechos y un recorrido entre la niebla que parece no tener fin. Además, un ambiente misterioso rodea a este destino sagrado para la mayoría de los seguidores de la religión taoísta. Algunas personas también lo llaman “El Monte de los Inmortales”.

 

La piscina del diablo, Zambia

La piscina más peligrosa del mundo está en Africa y es la más visitada por los turistas. Esta reserva natural está situada en lo alto de las cataratas Victoria, en la parte de Zambia. Justo en el borde, donde el agua comienza a caer desde una altura de 103 metros, es donde los turistas más insensatos se acercan. Algunas personas han perdido la vida buscando una foto lo más cerca posible del extremo de la piscina. Pero el abismo no es el único riesgo, el caudal del agua puede subir más de un metro en pocos segundos.

 Carretera de los Yungas (Bolivia).

Bolivia tiene lugares maravillosos para descubrir, aunque en ocasiones para llegar a ellos haya que jugarse la vida. Es el caso del tramo que une las localidades de La Paz y Los Yungas, un trayecto que al año se lleva por delante al menos unas 200 vidas. Una carretera estrecha y con acantilados, lluvia y niebla frecuente, y por si esto fuera poco, también hay deslizamientos de tierra que aparecen con el mal tiempo. Todas estas circunstancias hacen que sea uno de los lugares más peligrosos del mundo para conducir. Tiene una longitud de 80 kilómetros y por algo se la conoce como la Carretera de la Muerte.

Lago Natrón

El país africano es uno de los que más bellezas naturales tiene por metro cuadrado, pero también cuenta con un lago extremadamente peligroso. El efecto de las aguas del lago Natron es tan terrorífico que las aves que se posan en sus aguas acaban petrificadas como estatuas de cal. Este extraño lago mata a todo animal o ser que lo toque. Lo curioso es que sólo hay dos especies capaces de sobrevivir en este ambiente: los peces Alcolapia alcalica, adaptados a sus duras condiciones, y los flamencos, que toman sus algas filtrando las aguas alcalinas con su pico.

La temperatura del agua alcanza los 60 ºC, su alcalinidad es extrema y el pH es el doble del que tiene nuestra piel. Cuentan que tan solo tocar sus aguas provoca un efecto similar al de un envenenamiento. 

El valle de la muerte, Estados Unidos


Con un nombre así es bastante obvio que adentrarse en este valle no parece una buena idea. Sin embargo, este desértico lugar atrae a numerosos turistas que acuden a visitarlo cada año. Se encuentra entre los lugares más calientes de nuestro planeta y sigue batiendo récords. En los últimos años ha alcanzado los 55ºC y con temperaturas del suelo que suben hasta los 70ºC. Estar fuera del coche mas de 5 minutos entraña gran riesgo y es inaguantable por el sol abrasador y por la sequedad del ambiente.

Situado en el desierto del Mojave, en el este de California, en 1994 fue declarado Parque Nacional. La cuenca de Badwater es la atracción más emblemática del parque. A 85,5 metros por debajo del nivel del mar, siendo el punto más bajo de América del Norte, y uno de los más secos y abrasadores del mundo.

La isla Sentinel, India

Es la isla menos amigable del planeta. Sin contacto con el mundo exterior, la peligrosa tribu de los Sentineleses sigue anclada en la prehistoria y no reacciona nada bien ante la llegada de extraños. Quien se atreve a pisar su territorio pronto descubre que no es bien recibido. Situada en el golfo de Bengala, Sentinel del Norte es un auténtico misterio para el resto del mundo. Ni se sabe cuántos son, ni la lengua que hablan. Cada intento por acercarse a ellos ha terminado en desgracia, como en 2018 cuando mataron a un joven misionero americano que llegó hasta este recondito lugar con el propósito de predicarles.

Kamchatka, Rusia


En la reserva natural Kronotsky se encuentra una zona de a penas 500 metros de ancho y 2 kilómetros de largo que es conocida como el Valle de la Muerte. En este lugar, los animales y la gente puede morir casi en cuestión de minutos. Sorprendentemente solo los microorganismos sobreviven, sin que los científicos hayan podido encontrar una explicación.

Desierto de Danakil, Etiopía


Lo mejor es conocer la alucinante belleza de Danakil por fotografías. Este desierto es uno de los puntos más calientes de la tierra, con 55ºC durante el día. Pero además, una gran llanura de mares de sal y varios volcanes activos convierten a este lugar en un escenario de otro planeta. Manantiales ardientes en multicolor y formaciones de sulfuro que brotan de la tierra, son fenómenos que hacen el aire irrespirable. Un espectacular infierno, tan bello como peligroso, donde es imposible permanecer.

The Poison Garden, Inglaterra

Pasear por el interior de este jardín botánico inglés es de valientes. Ya queda claro en los carteles con la prohibición de "oler o tocar cualquier planta ya que algunas de ellas podrían matar". Y la advertencia parece ir en serio teniendo en cuenta que los jardineros que las cuidan utilizan trajes de protección y máscaras. El Jardín de los Venenos está situado en Alnwick, una localidad de la región inglesa de Northumberland, y entre las plantas que alberga hay cientos que son letales. Lo cierto es que aunque se puede visitar, cualquier descuido al acercarse a alguna de ellas puede resultar mortal.

Puente de Hussaini, Pakistán


Hay que ser muy valiente para cruzar esta pasarela colgante sobre el río Huzan, en el norte de Pakistán. El puente está rodeado por las cadenas montañosas del Himalaya y los Karkorams, un auténtico regalo para la vista. Pero mientras se cruza, mejor no distraerse con el impresionante paisaje porque, un mal paso, puede tener consecuencias trágicas.

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