10 alojamientos de Airbnb que son una oda al diseño y la arquitectura

Lo que comenzó siendo un servicio de alquiler de apartamentos privados se ha convertido en un catálogo donde el interiorismo y la arquitectura juegan un papel determinante.

Lugares 27/05/2022 Redacción ShowOnLine Redacción ShowOnLine

Tras el estallido de la pandemia, Airbnb y sus miles de afiliados llegaron a una conclusión: no era un buen momento para las ventas, pero sí para redefinir el espacio y apostar por el diseño y arquitectura como gancho para volver a enamorar a sus viajeros.

Esta etapa no solo ha servido para potenciar la oferta del gigante de California, sino que hoy podemos encontrar alojamientos en las construcciones más inesperadas: desde castillos hasta palafitos chilenos, pasando por cabañas boho made in Bali y hasta obras de Ricardo Bofill. Para ejemplo, los siguientes 10 alojamientos de Airbnb donde dormir es lo de menos.

Muralla Roja (Alicante, España)

Muchos de los miles de curiosos que se han “colado” en la icónica obra de Ricardo Bofill en Calpe para tomar su famosa foto descubrieron que, en efecto, en su rooftop habían turistas disfrutando de la piscina. Sí, la Muralla Roja nunca dejó de ser un alojamiento a pesar de la posterior conquista de fotógrafos e influencers. Esta famosa construcción inspirada en las viviendas de adobe del norte de África y los colores del Mediterráneo también está incluida en el catálogo de Airbnb y puede ser tuya este verano (si te das prisa).

Sunflower House (Girona, España)

En la comarca del Alto Ampurdán, en Girona, se funden realidad y surrealismo. Deben ser los ecos de la cercana Cadaqués, hogar de Dalí, o la magia de alojamientos como esta Sunflower House. Mencionada por el mismísimo The New York Times como meca de relajación en España, esta villa de 4 dormitorios diseñada por el estudio Cadaval & Solà-Morales es todo lo que podemos pedir a una vivienda de diseño Airbnb: infinity pool, vistas de infarto del Cap de Creus y una estructura a modo de cubículos totalmente integrada con el paraíso mediterráneo.

La Cité Radieuse (Marsella, Francia)

Charles-Édourad Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, fue uno de los pioneros de la arquitectura moderna con hasta 17 proyectos inscritos en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. El funcionalismo, los pilares teóricos y la sencillez priman en creaciones como este dúplex de 100 metros cuadrados con vistas a la bahía de Marsella que ha conservado todos los detalles originales de Le Corbusier. Puro brutalismo al servicio de una experiencia urbana fascinante.

Ex of In House (Rhinebeck, Estados Unidos)

Pensar en Nueva York supone hacerlo en taxis amarillos, rascacielos y puestos de hot-dogs. Sin embargo, a dos horas al norte de la Gran Manzana encontramos una casita de cuento en mitad de bosques centenarios. Ex of in the House es la propuesta del arquitecto Steven Holl (artífice del Kennedy Center de Washington D.C.) por el alojamiento sostenible e inmersivo. Una fantasía geométrica en pleno Valle del Hudson propulsada por energía solar, estufas en forma de tipi, ventanas circulares e iluminación 3D.

Meriggio villa (Toscana, Italia)

Imagina: tú con un pañuelo en un descapotable mientras, a vuestro paso, se despliegan los viñedos de La Toscana. La brisa, el romanticismo, un portón que se abre y una villa nivel Chiara Ferragni: bienvenidos a Meriggio. Esta villa de 95 metros cuadrados en la localidad de Monteroni D’Arbia evoca el refugio romántico perfecto: paredes de ladrillo, piscina exterior y un mobiliario de lo más acogedor. La dolce vita era esto.

La casa griega perfecta (Santorini, Grecia)

Santorini no puede faltar en las wishlists viajeras de cada verano. La isla más famosa del archipiélago de las Cícladas engloba típicos alojamientos mediterráneos donde dejarnos llevar por los horizontes homéricos y piscinas que parecen más azules en una terraza encalada. Este alojamiento en Santorini se ubica en una posición privilegiada entre los acantilados del pueblo de Oia y con vistas a la caldera. Acondicionada en una antigua pandería, la casa ofrece camas empotradas, selección de muebles antiguos y una renovación a cargo de artesanos locales. La perfecta combinación entre tradición y lujo mediterráneo.

Aura House (Bali, Indonesia)

Ay, Bali: cómo echábamos de menos tus casas nido, los arrozales brillantes y ese aire boho que tú inventaste antes que nadie. Aprovechando que la Isla de los Dioses vuelve a abrir sus fronteras al turismo internacional, es momento de tirar la casa (de bambú) por la ventana. Aura House es una vivienda construida en la orilla oeste del río Ayung (ideal para contemplar el atardecer) donde cada detalle ha sido mimado hasta el último matiz: dos suites de encanto romántico, una pequeña cocina, sala amueblada y piscina privada con vistas. Además, la entrada a uno de los dormitorios tiene forma de huevo y ha sido diseñada por el estudio Ibuku. Un alojamiento idílico a tan solo 25 minutos de Ubud, el corazón de este paraíso en la Tierra.

 
Birdbox (Forde, Noruega)

Existen alojamientos capaces de reconducirnos al origen y hacernos sentir una criatura más entre la naturaleza. Esta es la premisa de esta “casa de pájaros” ubicada en plena cordillera de Blegja y con vistas al fiordo Førde. Sin trampa ni cartón: una antigua granja reformada como alojamiento con una única (y espaciosa) cama, y un baño minimalista instalado en el antiguo granero de verano. La definición de nidito de amor nunca pudo ser más literal.

Shiraz Riad (Marrakech, Marruecos)

Los riads suponen la quinta esencia de la excelencia marroquí. Viviendas tradicionales, llenas de ornamentación y plantas exóticas, en torno a una alberca en el patio central. El Shiraz Riad es una casa de vacaciones renovada con piscina de mosaico, un estilo cálido e interior bohemio donde los colores naturales evocan ecos tradicionales. Toda la casa incluye 4 suites para alojar hasta 8 personas. El perfecto refugio donde podríamos quedarnos mil y una noches más.

Un castillo renovado (Saint-Victor-La-Coste, Francia)

El último de nuestros 10 alojamientos de Airbnb se encuentra en la zona de Nimes, al sur de Francia. Se trata de un antiguo castillo del año 1543 ofrece hoy una de las estancias más charmantes del vecino galo. El interior de la construcción conserva el encanto histórico y el calor de la piedra como lienzo de un mobiliario atemporal. Luz en las ventanas, croissants en la encimera y un exterior que duplica la experiencia: una piscina donde habrían veraneado los protagonistas de Call me by your name, entre jardines de cipreses y muros centenarios.

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