Chanel llevó los años 30 a su desfile de Alta Costura en París

El club privado de equitación Étrie de Paris fue el lugar elegido esta vez para que Chanel presente su colección otoño invierno 2023. El hilo conductor de este desfile fue el homenaje a la colección de joyas Bijoux de Diamants de Coco Chanel de 1932, que actualmente se celebra con una exposición temporal de seis días en el Grand Palais Ephemere.

Faldas que terminaban muy abajo de la pantorrilla y chaquetas de espalda cuadrada con cuello; colores como beige arena, frambuesa oscuro, lima vibrante, verde Castleton y avena; y pantalones de montar. También hubo faldas iridiscentes; un abrigo de lana rosa empolvado recortado y una chaqueta Eisenhower en bouclé.

Para la hora del cóctel, increíbles vestidos en gasa negra. "Mi punto de partida fue 1932, y esa época. En parte porque sus elementos gráficos y constructivistas funcionan muy bien con Chanel. En cuanto a los colores, siempre he adorado el verde, así que rodamos toda la película con un fondo verde, pero todo falso. Las modelos dentro de lo que parecía un coche, pero no lo era", dijo Virginie Viard.

"He imaginado el desfile de Alta Costura Otoño-Invierno 2022/23 en la continuidad del desfile anterior, dejando espacio para la experimentación", comentó Viard. "En esta nueva colección hay trajes, vestidos largos como los imaginó Mademoiselle Chanel en los años 30: ceñidos al cuerpo aunque aquí tienen hombros marcados, y vestidos plisados ​​como el vestido de novia por ejemplo. Y encajes también, con incrustaciones, reelaborados, no bordados, sino repintados. La paleta consiste en verde brillante, caqui, beige, rosa, mucho negro y plata".

En los pies, además de los zapatos de taco con correa en T, hay botas de vaquero que dan un giro a las faldas largas y tejen un vínculo con el centro ecuestre Étrier de Paris, el lugar elegido para albergar el espectáculo. "Estas botas también se hacen eco del anterior desfile de Alta Costura que abrió con Charlotte Casiraghi a caballo", agregó Viard.

Hombros redondos, espaldas cuadradas, bordados con formas y patrones geométricos son un guiño a los años 30, mientras que también mirando hacia atrás a los años 70, resuenan con el constructivismo de una decoración muy “ gráfica ”. Una palabra clave a la que Karl Lagerfeld estaba particularmente apegado. La ambientación se inspira en un camuflaje de ilusiones ópticas, con su juego de formas y rayas.