El misterio por el cual los fans de Taylor Swift no recuerdan sus shows

Taylor Swift continúa brillando tras cada show de "The Eras Tour" por Estados Unidos, y con los rumores de una presentación en suelo argentino en puerta, los temas de su último álbum de estudio Midnights, son furor de reproducciones y coreados por multitudes a cada ciudad a la que va.

Pero, durante los shows que la artista ha estado dando en cada ciudad, se visualizó un fenómeno extraño: Varios fans de Taylor que disfrutan el show en vivo no pueden recordarlo una vez que termina, y esto salió a la luz después de diferentes comentarios que se viralizaron del tipo: "¿Cantó esta canción?”, “Si no fuera por los videos que tengo, no me acordaría de algunos momentos”, “Después del concierto la amnesia se vuelve real”.

Sin embargo, hubo una respuesta a tan particular circunstancia en torno a la cantautora estadounidense: La revista Time publicó una investigación sobre el tema luego de conocer el testimonio de algunos de los seguidores de Taylor Swift e identificaron el origen de esta suerte de amnesia.

Un estudio analizó el caso y dio a conocer el motivo, realizado por la revista Time. Al ponerse en contacto con especialistas para saber cuál era el verdadero motivo de esta pérdida de memoria sobre momentos del recital, hallaron una explicación fisiológica: Los niveles de emoción.

Todo indica que de forma neuroquímica, los niveles de emociones de una persona si escalan muy alto, el cuerpo los procesa como si fuera una situación de estrés. Debido a ello, las neuronas asociadas con la memoria empiezan a quemarse sin distinción alguna, haciendo que sea muy difícil formar nuevos recuerdos en el mediano y largo plazo.

De acuerdo con una de las especialistas que participó en esta investigación de Time, los Swifties amnésicos pasarían por esta situación química al ver a su artista favorita.

"El cerebro libera un exceso de norepinefrina, el neurotransmisor responsable del procesamiento emocional, y el proceso es como una U invertida: la liberación de un poco está bien; demasiado, es malo, porque no puedes guardar recuerdos con un alto contenido emocional. Lo mismo le suele pasar a la gente cuando se casa o gana alguna competición".