Así se transformó Lily James en Pamela Anderson para "Pam & Tommy"

El equipo de belleza de la serie nos revela qué hay detrás de la alucinante metamorfosis de la actriz.

Agenda07 de febrero de 2022Redacción ShowOnLineRedacción ShowOnLine

Seguro que a estas alturas ya has visto las imágenes virales de James caracterizada como la inigualable rubia explosiva de los 90. El asombroso parecido de la actriz británica con Anderson, en todo su esplendor rubio platino y tatuada con alambre de espino, ha dejado boquiabiertos a sus fans y al público en general. Además, en pleno revival de las tendencias de los años 90 y principios de los 2000, también nos ha servido para recordar lo influyente e impactante que fue y sigue siendo la particular belleza de Anderson.

A continuación, el equipo de Pam & Tommy nos explica cómo se llevó a cabo la alucinante metamorfosis de James en Anderson, un proceso de cuatro horas diarias que involucró peluquería, maquillaje y hasta prótesis faciales.

La cabellera rubia

Para el peinado, el estilismo de cabecera de Anderson giraba en torno al volumen y a una exuberante cascada de rizos: "Pam siempre ha llevado el corte de pelo perfecto, a tope de textura y en capas largas, con un flequillo cortina de ensueño", dice Moe. “Es un corte versátil que se puede peinar de varias formas”. Las capas ayudaban a dar soporte a los voluminosos "rizos de supermodelo" de su emblemática imagen sexy, al tiempo que realzaban y definían la textura del look playero que lucía Pam en Los vigilantes de la playa. Para recrear las ondas de la actriz en la mítica serie noventera, Moe trabajó el cabello húmedo con el spray texturizador Unite Beach Day, en tándem con el aceite Blonda Oil para proteger del calor y aportar brillo a la melena, antes de realzar el rizo con el secador Dyson Supersonic. Una vez seco, definió las ondas con la plancha GHD Platinum Styler y la plancha 24K Gold 1" Marcel, de Hot Tools.

En cuanto a su melena sexy inconfundible, Moe recurrió al manual de estilo de la propia actriz: "Al más puro estilo Pam, utilicé los clásicos rulos de velcro para dar forma al pelo", dice Moe, que en su caso optó por diferentes tamaños: más grandes en la parte superior y medianos en los laterales y la parte trasera. Después, colocó la peluca en el secador entre 45 minutos y una hora a temperatura media y, una vez fría, soltó los rulos y peinó hacia atrás la raíz para crear la "base de volumen" adecuada. Después de alisar la parte superior y darle altura, fue separando el resto de los rizos para aportarles más definición y elasticidad, y por último trabajó el flequillo “a mechones” con la laca Unite Go 365 para darle ese toque tan suyo, añadiendo una ráfaga de las lacas  Unite Session Max y 7Seconds Glossing para lograr una fijación ultrabrillante y a prueba de balas.

El maquillaje maximalista de los 90

 “Un poco de pintura y eres quien no eres”, bromea David Williams, jefe de maquilladores, sobre el tremendo poder que tiene el maquillaje en la transformación de James en Pam & Tommy. Para Williams, la autenticidad era clave en el éxito de la película biográfica de los 90: "El maquillaje elegido tiene que realzar al imagen general del personaje y no sacar al público de la historia ni al actor de su trabajo", explica Williams. "Nos mantuvimos muy fieles a la época recuperando los tonos marrones naturales, ladrillo y vino de entonces".

Para empezar, Williams preparó el terreno dando a la piel de Anderson un esplendor californiano: "Pam era el epítome de la chica radiante americana cuando llegó a Los Ángeles", dice Williams, que combinó la base en spray de ERA, maquillaje de teatro de European Body Art y los sprays bronceadores del salón Queen Bee de Culver City para darle a James el justo toque de sol. Además de ayudarse de prótesis (de las que hablaremos más adelante), utilizó la paleta de bases HD Professional de Make Up For Ever para aplicar contouring al rostro de James y convertirlo en el de Anderson, gracias al poder para esculpir el rostro de las técnicas clásicas de luces y sombras. Un toque de colorete en crema de Stila en los rosas empolvados Peony y Petunia añadió un "toque de brillo natural" a las mejillas.

El último detalle decisivo, los exuberantes labios de Anderson, a menudo delineados por fuera, que solía llevar –recuerda Williams– en un "rosa beis muy natural". El maquillador utilizó principalmente los tonos Pillow Talk de Charlotte Tilbury y Forbidden Pink de Tom Ford, como base para varios delineadores de labios de inspiración noventera, como el icónico tomo Spice de MAC, “ligeramente exagerado y visible para recrear cómo se llevaban los labios en la época”. Para un acabado más escarchados, aplicó el labial Lip Luster de Senna en el rosa frambuesa Glint, rematado con una capa del Cream Lipstick de la marca, en el tono iridiscente Moonglow, para un extra de brillo.

Por supuesto, para convertir a James en Anderson, fueron esenciales unas prótesis faciales y corporales personalizadas que lograran la mágica transformación física: "El reto siempre se te hace duro cuando te encargan convertir a un actor en un personaje icónico", explica Collins, que trabajó con Williams codo con coco. El dúo comenzó por hacer un análisis casi forense de los rasgos de Anderson, recopilando como referencia materiales de mediados de los 90 de sus primeros años como modelo, de sus películas y apariciones en televisión así como fotos robadas que le hacían los paparazzi.

Por último, pero no menos importante, quedaba la tarea de dotar a James de un busto generoso: "A partir de una impresión del torso de Lily pudimos esculpir unos pechos más parecidos a los de Pam y crear un postizo de silicona", explica Collins, y añade que James tuvo que cargar con esta férula durante la mayor parte del rodaje, ya que muchos de sus looks eran muy escotados o revelaban la zona lateral del busto. Por encima de todo, Collins y el resto del equipo de belleza de la serie quisieron estar muy seguros de no estar convirtiendo a James en una caricatura de Anderson. Al fin de cuentas, no había necesidad: si la Pamela Anderson de la vida real es un icono de belleza, es por algo. Para todos y cada uno de los artistas, transformar a James supuso un reto, un hito en su carrera y un proyecto soñado. Como dice Collins: "Poder colaborar con amigos y colegas, tan perfeccionistas y con una visión tan singular, no sucede todos los días, así que cuando lo consigues, hay que valorarlo como un tesoro".

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