Nueva edición de uno de los eventos que más feliz hace a todos los tucumanos: la Semana del Sánguche de Milanesa

En las últimas horas se hizo el anuncio más esperado, con la participación de una gran cantidad de sangucherías de la provincia.

Agenda12 de marzo de 2025Redacción ShowOnLineRedacción ShowOnLine
Sanguche de Milanesa

Los tucumanos lo sabemos bien, la milanesa no es solo una comida, es una tradición que representa la identidad misma de nuestra provincia. Y para rendir homenaje a este emblemático plato, se anunció el regreso de la Semana del Sánguche de Milanesa, una celebración que, este año, promete ser más grande que nunca. 

El evento comenzará el próximo lunes 17 de marzo y se extenderá hasta el domingo 23, invitando a todos los fanáticos de la milanga a disfrutarla durante toda una semana. La iniciativa fue impulsada por Diego “Mocho” Viruel, quien, reconociendo la devoción de los tucumanos por este delicioso sánguche, decidió dedicarle no un día, sino toda una semana de festejos. 

“Queremos que la gente disfrute de este clásico tucumano en todas sus variantes. La idea es que todos los establecimientos interesados puedan sumarse a esta fiesta del sabor”, comentó Viruel, quien lidera la organización del evento.

Para participar, las sangucherías de la provincia que deseen ser parte de la semana deberán inscribirse previamente, ya sea a través del número de teléfono 3815280839 o mediante las redes sociales de Ruta de la Milanga. Una vez confirmada su participación, los establecimientos recibirán toda la información necesaria para sumarse a esta celebración popular.

La Semana del Sánguche de Milanesa tiene un significado aún más profundo para los tucumanos, ya que el 18 de marzo se conmemora el Día del Sánguche de Milanesa, en honor a Roberto “Chacho” Leguizamón. 

Leguizamón, el icónico sanwichero de San Miguel de Tucumán, fue el creador de la mítica sanguchería que se convirtió en todo un emblema provincial. Reconocido como "el hombre que le ganó al Big Mac", Chacho comenzó a vender sánguches en 1962 en un modesto kiosco, y con el tiempo logró conquistar el corazón de todos los tucumanos, dejando una huella imborrable en la historia gastronómica de la región.

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