Tijuana mueve el tablero con una moda que no pasa de moda

“Esta colección de invierno se llama atemporal”, cuenta Francisco Ingaramo, alma máter de Tijuana, mientras desplaza con los dedos un perchero repleto de azules marino y verdes botella. El nombre no es caprichoso: la propuesta, dice, busca vestir a un hombre que no persigue la última micro-tendencia, sino un estilo estable, “de esas cosas que no pasan de moda”. 

Lejos del estruendo cromático que suele acompañar el invierno, la paleta baja un cambio y se recuesta en tonos camel, beige y tierra. “Son colores clásicos que sirven de base para todo”, explica Ingaramo, convencido de que la sobriedad puede ser un terreno fértil para la creatividad. La decisión dialoga con otra búsqueda: ofrecer “mucha variedad” de texturas —tejidos lanosos, pana y algodón cardado— para que la prenda dialogue no solo con el ojo, sino también con el tacto.

Donde Tijuana saca pecho es en el rubro pantalones. Los de gabardina, “caballo de batalla” de la marca desde hace años, vuelven con refuerzos de costura y un fit revisado; la idea es que funcionen tanto para un viernes informal en la oficina como para un fin de semana de escapada. Esa lógica de versatilidad se repite en las más de treinta camisas que componen la línea: entalladas, slim fit, regular fit y, en pruebas de taller, una moldería clásica que apunta a quienes priorizan la comodidad sobre la silueta.

Un vistazo rápido a las estanterías revela el resto del ecosistema: boxers, cintos, neceseres, billeteras, e incluso buzos y camperas que completan el ropero sin obligar a salir del mismo local. “La idea es que puedas armarte entero acá, de los pies a la cabeza, pero sin sentir que todo viene del mismo molde”, resume el dueño, entre risas.

Para quienes afinan el lápiz del presupuesto hay promociones con tarjetas, apps de pago y un 15 % de rebaja en efectivo; un guiño pragmático que no eclipsa la premisa central: prendas que sobrevivan a los caprichos de la moda. Quienes quieran comprobarlo pueden hacerlo en los locales de San Miguel de Tucumán (Santiago 556), Yerba Buena (Shopping del Solar) o en Tafí Viejo, sobre la avenida Alem 522.