Euge Rodríguez abrió su corazón: la tucumana que alcanzó la gloria en La Voz Argentina

La emoción atravesó el escenario de La Voz Argentina cuando Eugenia Rodríguez, licenciada en Diseño Gráfico y oriunda de Tucumán, interpretó una potente versión de “Gloria”, el clásico de Laura Branigan. Su voz logró que dos sillas se dieran vuelta: la de Soledad Pastorutti y la de Miranda!, quienes no dudaron en invitarla a sus equipos. Finalmente, Eugenia eligió sumarse al Team Miranda.

Tras su presentación, la joven compartió en Instagram un extenso y conmovedor mensaje en el que relató lo que significó para ella cumplir este sueño tan anhelado. “Estar en La Voz Argentina fue —y es— un sueño que me acompaña desde hace muchos años. Un deseo que fui guardando con cuidado, con respeto, con miedo también…”, escribió. Y agregó: “Un día pasó. Me subí a ese escenario con todo lo que soy: mis virtudes, mis errores, mis dudas, mis ganas, mi historia. Y canté”.

Eugenia describió el momento en el que las sillas giraron como un punto de inflexión en su vida. “Fue un instante eterno. Tres miradas de frente, amorosas, comprensivas y respetuosas. Y ahí supe que algo acababa de cambiar para siempre. Que escuchar el corazón, pero sobre todo hacerle caso, vale la pena. Que insistir por los sueños tiene recompensa”.

La artista también agradeció a su entorno más cercano: a su madre por acompañarla en esta experiencia televisiva, a su madrina y su padrino Aldo por hacer el viaje para estar presentes, y recordó con ternura a su papá, fallecido, “que me acompaña tomándose una birrita en el cielo”. También tuvo palabras para María Auxiliadora, a quien considera una guía espiritual constante.

Para cerrar, Eugenia Rodríguez celebró el cariño recibido tras su debut en televisión. “Gracias a cada persona que se tomó un momento para escribirme, para compartir la emoción, para acompañarme. Sentirme tan rodeada, tan sostenida, es lo más lindo que me llevo de todo esto”, escribió. Y concluyó con una frase que resume su espíritu: “Este viaje recién empieza y sé que no lo transito sola”.