Humita: el sabor ancestral que une historia y tradición en Tucumán

La humita es uno de los platos típicos del norte argentino. En Tucumán tiene su propia historia y tradición.

Placeres18 de enero de 2025Redacción ShowOnLineRedacción ShowOnLine
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La casa de la abuela en un mediodía frío o un pintoresco parador perdido en algún rincón de la provincia. Allí, sobre platos grandes, pequeños, hondos o playos, la humita siempre está presente. Es un plato que no conoce estaciones, tan infaltable como el sol. Considerada uno de los emblemas más auténticos de la cultura gastronómica tucumana, la humita no es solo una comida, es una experiencia sensorial profunda que todos deberían vivir al menos una vez en la vida.

El secreto de esta joya culinaria comienza con ingredientes simples: choclo rallado, zapallo, verduras frescas, especias cuidadosamente seleccionadas y, por supuesto, amor. Esta combinación mágica es mucho más que una receta; es un homenaje vivo a las raíces culturales de Tucumán. Aunque sus orígenes exactos se debaten, sabemos que su historia se remonta a los pueblos originarios de los Andes, donde el maíz era el sustento principal. En quechua, "humint’a" significa una preparación hecha a base de maíz molido, cocida con sencillez y profundamente ligada a la vida cotidiana y a los rituales ancestrales.

El viaje de la humita hasta convertirse en un clásico tucumano es fascinante. Todo comenzó con el intercambio cultural entre las regiones andinas, que permitió que esta preparación se integrara a la dieta de las comunidades indígenas del norte argentino. Luego, con la llegada de los colonizadores españoles, la receta se enriqueció con nuevos ingredientes: el queso, la cebolla y especias traídas desde Europa se sumaron para darle el sabor único que hoy conocemos.

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Con el tiempo, la humita se asentó firmemente en la región norteña, en parte gracias a las condiciones ideales para el cultivo del maíz y a la persistencia de las tradiciones indígenas. Su preparación sencilla y su valor nutritivo hicieron que se convirtiera en un plato esencial en los hogares de la región, un símbolo de unión y calidez familiar.

Hoy, la humita no solo es parte de la cocina cotidiana, sino que también se celebra como un verdadero emblema cultural. En enero, Tucumán rinde homenaje a este plato en la Fiesta Provincial de la Humita, que tiene lugar en San Pedro de Colalao. Este evento reúne a cocineros locales, premia las mejores preparaciones y ofrece espectáculos para toda la familia, haciendo de la humita el centro de una festividad que honra su herencia.

Degustar una humita es mucho más que probar un plato típico; es un viaje al corazón de los Valles Calchaquíes. Su aroma, mezcla de choclo fresco y especias, despierta los sentidos, mientras que cada bocado conecta con las tradiciones más profundas de la región y su entorno natural. Por eso, no hay excusa: en casa o en un restaurante, la humita es una experiencia que nadie debería perderse.

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