Consejos para sobrevivir a un vuelo de larga distancia en clase Turista

Cómo mejorar la experiencia a bordo con pasajes de clase económica.

Placeres 24/05/2022 Redacción ShowOnLine Redacción ShowOnLine

Viajar es un placer (o debería serlo), pero en ocasiones puede resultar agotador, especialmente si nuestro periplo incluye un vuelo de larga distancia en clase económica. La experiencia de pasar horas en un espacio reducido y sin comodidades es un peaje necesario, aunque no resulte del agrado de la mayoría de los mortales.

¿Quién no ha mirado de reojo a los pasajeros de Business Class, sentados confortablemente en amplios asientos reclinables, atendidos permanentemente y agasajados con detalles por el personal de la aerolínea?

A pesar de las limitaciones a las que nos somete nuestro bolsillo, algunos tips pueden ayudarnos superar las ocho, diez o doce horas de un larguísimo viaje en mejores condiciones.

Desde la elección de la aerolínea o el asiento a la alimentación, aquí van algunos consejos para hacer el vuelo más llevadero.

1. Selección de la aerolínea

Aunque la elección del pasaje está condicionada en buena parte al precio, es importante que antes de tomar una decisión tengas en cuenta la aerolínea. Investigá su pitch -es el espacio entre un asiento y el de la fila precedente-, sus modelos de avión y qué compañías ofrecen mejor servicio en clase económica.

Ayudate con herramientas como el gráfico comparativo de larga distancia en turista del sitio SeatGuru, que clasifica numerosas líneas aéreas de todo el mundo añadiendo datos relevantes como el ancho de las butacas y el espacio entre ellas.

También puede ser de interés la página web de Skytrax, la prestigiosa consultora aeronáutica que premia anualmente a las mejores aerolíneas, los mejores asientos y el mejor catering en base a las opiniones de los viajeros.

2. Elección del asiento

Un asiento cómodo reduce el estrés durante el vuelo, por lo que decantarse por el más adecuado es fundamental, teniendo en cuenta que deberás permanecer en él durante un buen tiempo.

La mayoría de las aerolíneas permiten elegir asiento con anticipación, aunque a menudo conlleva pagar por ello. Si no estás dispuesto a hacer ningún desembolso, te recomendamos que estés al tanto de la apertura del check-in. Si lo hacés entre los primeros, probablemente consigas elegir entre las mejores ubicaciones.

  Hay webs que rankean la comodidad de los asientos por aerolínea, y la distancia entre ellos.
Portales como SeatGuru y SeatExpert ofrecen mapas y gráficos detallados de aviones en los que se identifican los asientos por colores y se clasifican en función de los servicios disponibles o de su comodidad (inclinación, tamaño, etc.)

La elección, sin embargo, dependerá en último lugar de tus preferencias: un lugar junto a la ventana evitará las molestias de un vecino con necesidad de ir continuamente al baño; por el contrario, uno de pasillo te facilitará la movilidad. En cualquier caso, existe unanimidad a la hora de afirmar que las mejores filas son las que se encuentran en la parte delantera de la aeronave.

3. Equipaje de mano

A pesar de que el vuelo será largo, la recomendación es no excederse en el equipaje de mano. Teniendo en cuenta las reducidas dimensiones del espacio del que se dispone, acarrear demasiados objetos puede ser engorroso.

Planteate qué vas a necesitar realmente y seleccioná las piezas necesarias en el formato más práctico.

4. El vestuario más cómodo

Sacrificá la elegancia o el estilo en favor de la comodidad. Vestite por capas, es decir, optá por piezas fáciles de poner o quitar según la temperatura a bordo. Tené en cuenta que durante el viaje, la inmovilidad puede hacerte sentir frío, por lo que, más allá de tu look, no estaría de más una pequeña manta.

Se recomienda ropa holgada y preferentemente de fibras naturales. No te olvides de unas medias confortables y otras compresivas, para evitar trombosis.

5. Preparate para dormir

Disponer de un buen kit para dormir te garantizará descansar mejor durante el vuelo y llegar a tu destino en condiciones al menos aceptables.

La almohada cervical será tu principal aliada: elegí una de calidad, bien diseñada y que se adapte perfectamente a tu cuello, preferentemente inflable, y que no ocupe lugar en tu equipaje de mano. Las gratuitas que te ofrecen en vuelos de larga distancias no suelen ser muy cómodas.

Otra pieza imprescindible para muchos es el antifaz. La máscara para dormir es ideal para bloquear la luz ambiental. Junto a los auriculares de cancelación de ruido, que permiten aislarte del sonido, te permitirán probablemente dormir bien. Si no disponés de ellos, podés optar por los clásicos tapones para los oídos, una solución tradicional pero efectiva.

6. Entretenimiento

Aparte de descansar, la mejor manera de pasar el tiempo a bordo es leyendo un libro o viendo una película. La mayoría de las aerolíneas proponen entretenimiento, pero no confíes en ello a ciegas. Anticipate imaginando qué harías si la oferta musical o de pelis no te gustara, o el sistema simplemente no funcionara.

Asegurate de no depender exclusivamente de esto, y viajá con tu propio material: descargá libros, podcasts, programas, música o películas que desees antes de viajar; comprobá que tu dispositivo electrónico esté completamente cargado y llevá una batería extra, ya que muchas aerolíneas no tienen tomas de corriente en clase turista.

7. La higiene es importante

No te olvides de los productos de higiene básicos. Pasarás muchas horas a bordo y precisás disponer de artículos de tocador a mano.

Incluí en tu bolsito cepillo y pasta de dientes, desodorante, cremas hidratantes y bálsamo labial, toallitas húmedas -muy prácticas en este contexto- y tu perfume preferido, siempre y cuando no sea excesivo y no moleste a los pasajeros que se sienten a tu alrededor.

Llevalo en un estuche y en botellitas de pequeño tamaño, tal y como establece la normativa aeronáutica actual.

8. Cuidá la hidratación

La humedad relativa en la cabina de un avión es muy baja -algunos estudios la sitúan entre el 10% y el 20%-, lo que puede provocar cierta incomodidad, ya que la piel, la nariz y los ojos suelen secarse. Por ello es básico mantenerse hidratado, bebiendo con frecuencia agua, jugo u otros líquidos.

Cuidado: el exceso de alcohol o café, en cambio, tiene un efecto inverso, ya que podría provocar deshidratación. Asimismo, es preferible utilizar anteojos en lugar de lentes de contacto, para evitar la sequedad o inflamación de los ojos, y usar agua pulverizada.

9. Comer a bordo

Cada vez más aerolíneas cobran a los pasajeros por el catering en viajes de larga distancia de clase económica.

En este caso, podés optar por pagar el servicio de forma adicional o bien ser previsor y acarrear provisiones suficientes para todo el trayecto. Si el vuelo incluye las comidas en la tarifa, tenés garantizada la alimentación. No suelen ser grandes ágapes, por lo que no está de más complementarlo con algún producto de tu gusto, como un snack o golosina.

  10. Cuidá tu salud

Los dolores y las molestias leves son habituales si pasamos mucho tiempo sentados. Aunque no siempre es fácil moverse en el espacio reducido del avión, si queremos tener un buen viaje, debemos prevenir la rigidez muscular. En este sentido, lo ideal es aprovechar cualquier ocasión para realizar estiramientos, sea poniéndonos de pie o moviéndonos por la cabina.

Además, tener los pies ligeramente elevados no sólo ayuda a la circulación y previene las trombosis, sino que también puede reducir el riesgo de hinchazón y dolor en las articulaciones.

Una solución sencilla es el reposapiés inflable, un nuevo artículo qua parece ser bastante efectivo.

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