¿Por qué se come pescado en Semana Santa?

La tradición cristiana indica cambios en la alimentación durante la Semana Santa: qué es ayuno y qué abstinencia.

Placeres05 de abril de 2023Redacción ShowOnLineRedacción ShowOnLine

La Semana Santa es una celebración católica que conmemora la muerte y resurrección de Jesús. Comienza el domingo de ramos, recordando la entrada de Jesús a Jerusalén, y culmina con el domingo de Pascua, celebrando la resurrección de Cristo.

 Además de los ritos eclesiásticos, se acostumbra a cambiar la alimentación en esos días. Según la tradición, en Semana Santa se realiza “ayuno y abstinencia”.

El ayuno es la privación de alimentos, o el reemplazo de la comida habitual por pan y agua. Se realiza el viernes Santo, honrando la muerte de Jesús.
La abstinencia es la privación de carnes rojas, motivo por el cual se come pescado. Si bien se recomienda hacer abstinencia todos los viernes de año, los días de Semana Santa se cumple más rigurosamente este rito.

Según el derecho canónico, que es el cuerpo legal en el que figuran las normas del catolicismo, “todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal”.

El propósito que tiene la abstinencia, es el de favorecer que los fieles “se dediquen de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad, y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones”. Evitar comer carne es una forma de alejarse de los placeres en la alimentación, ya que en la Antigüedad, las carnes rojas eran los manjares que se preparaban para los banquetes.

Además, el pescado es un alimento muy tradicional y simbólico para el cristianismo. Los discípulos de Jesús eran pescadores, y uno de sus primeros milagros fue la multiplicación de los panes y los peces, y la conversión del agua en vino, en las bodas de Caná.

El derecho canónico detalla quiénes no están obligados a seguir esta tradición. “La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido 14 años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido 59 años”.

Además, en la actualidad, se excluye también a “quienes tienen problemas mentales, los enfermos, los frágiles, las mujeres en estado o que alimentan a los bebés de acuerdo a la alimentación que necesitan para criar, obreros de acuerdo a su necesidad, invitados a comidas que no pueden excusarse sin ofender gravemente causando enemistad u otras situaciones morales, o quienes tengan la imposibilidad física de mantener el ayuno”.

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