Estos 5 hábitos alimenticios benefician la salud del hígado más que cualquier dieta

No necesitas hacer esas famosas dietas ‘detox’ para promover la salud del hígado ni limpiar tu cuerpo de excesos.

Bienestar 26/04/2022 Redacción ShowOnLine Redacción ShowOnLine

Es muy probable que uno de los tópicos que hayas estudiado cuando estabas en clases de biología en el cole, haya sido la importancia del hígado en nuestro cuerpo.

Efectivamente, el hígado juega un papel muy importante que a menudo pasa desapercibido. El hígado procesa los nutrientes absorbidos en el intestino delgado y los usa para producir los químicos que el cuerpo necesita para funcionar adecuadamente. Teniendo eso en cuenta, es posible que desees evitar ciertos alimentos por el bien de la salud de tu hígado.

El hígado tiene una variedad de funciones en el cuerpo y una de ellas es la desintoxicación. Tu hígado desintoxica el cuerpo a través de dos fases. La primera implica el uso de enzimas para convertir compuestos solubles en grasa que podrían ser tóxicos (como hormonas, medicamentos y pesticidas) en solubles en agua; la segunda implica la unión de sustancias protectoras a la toxina. Ambas fases ayudan a transformar el compuesto tóxico para que pueda eliminarse del cuerpo de manera segura.

El exceso de alcohol tampoco es bueno para la salud del hígado, pero está lejos de ser el único hábito alimenticio que afecta el funcionamiento correcto.

No necesitas hacer esas famosas dietas ‘detox’ para promover la salud del hígado ni limpiar tu cuerpo de excesos, de hecho, el hígado tiene la capacidad de desintoxicarse por sí solo, pero si hay hábitos que puedes empezar a practicar para cuidarlo:

1. Come muchas frutas y verduras

Las frutas y verduras coloridas, especialmente alimentos como la remolacha y las opciones crucíferas, así como también las legumbres, tienen una gran cantidad de fitonutrientes que, a su vez, ayudan a fortalecer el hígado para que funcione mejor. Debido a que los sistemas enzimáticos que respaldan la desintoxicación requieren nutrientes para funcionar de manera óptima, una dieta saludable y rica en nutrientes puede respaldar la capacidad natural del hígado para desintoxicarse. Esta es una de las razones por la que tantos médicos recomiendan la dieta mediterránea; una gran cantidad de legumbres, frutas y verduras se integran en el menú.

Investigaciones ha demostrado que una dieta de estilo mediterráneo puede ser particularmente beneficiosa para personas con enfermedad de hígado graso. La dieta mediterránea varía según el país y región. Sin embargo, suele tener un alto contenido de verduras, frutas, legumbres, nueces, frijoles, cereales, pescado y grasas no saturadas como el aceite de oliva. Por lo general, incluye una ingesta más baja de carnes y productos lácteos.

2. Cocina con ajo y aceite de oliva

Si eres de las personas que agrega ajo a casi todo lo que come, debes saber que le estás haciendo un favor a tu hígado. Tanto el ajo como el aceite de oliva están relacionados con una mejor salud general, lo que a su vez ayuda a que el hígado funcione de manera más eficiente.

La salud del hígado se apoya mejor con una dieta rica en nutrientes, minerales y aminoácidos necesarios para la desintoxicación. Enfatiza la importancia de una dieta colorida con muchas frutas y verduras, así como pescado (que es rico en vitaminas B).

El ajo ha llamado especialmente la atención de la medicina moderna debido a su amplio uso para la salud en todo el mundo, y la preciada creencia de que ayuda a mantener una buena salud evitando enfermedades y brindando más vigor. Hasta la fecha, se han informado muchos efectos experimentales y clínicos favorables de las preparaciones de ajo, incluido el extracto de ajo. Estas respuestas biológicas se han atribuido en gran medida a:

 La reducción de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer
 

La estimulación de la función inmunitaria
 

La desintoxicación mejorada de compuestos extraños
 

La hepatoprotección
 

El efecto antimicrobiano
 

El efecto antioxidante

3. Evita los azucares añadidos

El azúcar es quizás una de las mayores amenazas para el hígado. Eso se debe a que el hígado juega un papel importante en el metabolismo del azúcar y cuando el azúcar no se metaboliza adecuadamente, el hígado sufre al no poder descomponer el azúcar de manera efectiva.

Mantén los azúcares refinados y las grasas saturadas en un nivel razonable. Prueba de buscar algunas alternativas a productos lácteos como la mantequilla, margarina o mayonesa, y opta por semidesnatado o leche desnatada; elige carnes magras y cambia toda la bollería llena de azúcar refinada por frutas. Recuerda también que muchos de los alimentos procesados y las comidas preparadas para calentar en el microondas tienen un alto contenido de grasas, así que come solo pequeñas cantidades o busca una versión baja en grasa.

4. Come una dieta balanceada

Evita comidas altas en calorías, grasas saturadas y carbohidratos refinados (como pan blanco, arroz blanco y pasta regular). No comas mariscos crudos o poco cocidos. Para una dieta bien ajustada, come fibra, que puedes obtener de frutas frescas, verduras, panes integrales, arroz y cereales.

También puedes comer carne (pero limita la cantidad de carnes roja), productos lácteos (leche baja en grasa y pequeñas cantidades de queso) y grasas (las grasas "buenas" que son monoinsaturadas y poliinsaturadas, como aceites vegetales, nueces, semillas y pescado). La hidratación es fundamental, así que bebe mucha agua.

5. Controla la ingesta de alcohol

Para cuidar tu hígado, modera el consumo de alcohol tanto como sea posible, y en caso de ingerirlo, considera tener dos o tres días consecutivos sin alcohol cada semana, es muy importante. Si has sido diagnosticado con alguna enfermedad hepática, es muy probable que tu médico recomiende que suprimas al 100% la ingesta de alcohol.

Comer pensando en la salud del hígado no es diferente de comer pensando en la salud general. La desintoxicación se trata más de darle un descanso al cuerpo que de tratar de usar nutrientes y suplementos para acelerar las vías de desintoxicación. Prioriza el consumo de verduras, evita el alcohol y los alimentos procesados, minimiza la ingesta de medicamentos innecesarios, aumenta la hidratación y procura sudar mucho haciendo ejercicio al menos 3 veces a la semana. Esta estrategia involucra a otros órganos del cuerpo para apoyar la desintoxicación también, porque no se trata solo del hígado.

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